Que el Athletic llegue al descanso de un partido, en San Mames y contra un equipo federado -de Primera Division, en este caso- con tres goles a favor, es al menos milagroso.
Ayer ocurrió así, también hay que decir que eso hizo que la segunda parte, fuera si quitamos algún detalle más de lo mismo.
Con una tarde noche "de perros", incluso temiéndose entre granizadas el parón del encuentro y con una relativa calma entre la afición local y la afición gijonesa.
Tuvo que detenerse, pero primero por un tirón del arbitro cántabro -este señor tendrá su noticia
en su día en este blogg- y lo segundo por un tremendo choque entre el portero del equipo asturiano y el de andosilla Carlos Gurpegui.

El primero padece una fractura del tobillo derecho, que le tendrá entre tres y cuatro meses en el dique seco y el segundo con fractura en la nariz y conmocionado en el campo, hizo temer lo peor. Pero que estará para el primer partido del 2009.
En definitiva, el Athletic asciende dos puestos y lo que es más importante. San Mames empieza a ser inespucnable ¡visto para creerlo!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario