Pues si, en este tiempo de verano (aunque en el norte, climatologicamente hablando no lo sea) donde uno descansa de todo y procupa también de todos, ha llegado el 6 de Julio.
El 6 de Julio es la víspera de uno de los santo que produce mas desenfreno entre la gente del mundo mundial.
Ese día a las 12 del mediodía, se lanza un cohete y todas esas cosas que vosotros conoceréis.
Los "San Fermines" es una fiesta distinta. Y digo esto por varias cuestiones:
1ª El Ayuntamiento de Pamplona y su plaza, cuando la ves en directo (coño, que estas en ella) lo primero que te viene a la mente es que se trata de una barraca de San Fermines en pequeño y acto seguido preguntas: "Vale y el ayuntamiento de verdad y su plaza" ¿donde están?.
Cuando te dicen que estas en el sitio adecuado, el chasco es monumental ya que comprendes lo que en el mundo técnico fotográfico y de imagen se llama el "ZOOM".
Porque dicho Ayuntamiento -con todos los respetos- es una cosa chiquitaja, que se encuentra entre calles y si no te habisan en el momento te lo pasas sin darte ni cuenta.
Porque "la plaza" esta totalmente desnivelada y como os decías es el fin de varias calles.
2ªPorque lo mismo pasa con el recorrido del encierro.La puerta por donde salen esos bichos negros parece enorme y justo pasaría un vehículo que sale de un garaje.
Que las calles son estrechisimas y que los que corren son tipito maniquí o hay toro encerrado.
3ª Por los amigos de lo ajeno, que si no fuera porque vas con la lección aprendida -poner en sitio seguro cartera, móvil...- dirías que te sientes mas atraído, sobado y toqueteado en los tumultos que Iker Casillas.
Y 4ª que lo forma la gente de Navarra, estos son lo contrario a los del punto anterior. Con lo tensionada que esta la vida de nuestros días. En Pamplona (se nota que estuve ayer ¿verdad?) la gente -joven o no tan jóvenes- dialoga contigo como si fueras su vecino/a y te hacen bromas, en plan desenfadado y bonachon. Que lo único que pretenden animar la fiesta, de una manera sana y sin enfadar a nadie.
Aunque lo de sana en Sanfermin es un decir. Al apartado especial de los amigos de lo ajeno, se les podría añadir los que no disfrutan de la fiesta por sus siete comas y un punto final que concluye, no con el tradicional "pobre de mi" sino cuando se les pasa la "moña" que han pillado y también los que no hacen caso del grupo importante de voluntarios. Como el irlandés que se callo de la muralla -y van cinco-.
