
No pude regresar porque todas las lineas de autobús y tren estaban suspendidas. Al de dos días regresamos y vi como el "agua de Bilbao" había aguado sus fiestas y proboco una desgraciada fiesta.
Los trenes se movían por la ría como si fuesen barquitas. Lo primero que se me ocurrió al llegar a mi Bilbao, fue llamar a dos amigos y bajar al Casco Viejo. Cuando llegamos, no se me olvidara nunca la imagen de un casco viejo sumido en el lodo y en el fango.
A la vuelta hacia mi casa, alguien en el Ayuntamiento nos dijo que si queríamos poner bocadillos, para los que estaban tirando de pico y pala. Ninguno se lo pensó y en un momento poníamos unos bocadillos en el recibidor del Ayuntamiento de Bilbao.
Eramos unos mocosos, pero ante aquello solo se podía hacer una cosa AYUDAR.
Ultimamente he pensado mucho sobre aquello y permitanme que dude, de aquel voluntarioso trabajo entre voluntarios de distinto signo. Y no de entonces no, sino de ahora.
Ustedes ¿se imaginan un militante del PP con uno de EA, a un etarra y un policía tirando juntos de pala? repito entonces si,ahora.........
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